Hemos hecho la transcripción de uno de los poemas que Enriqueta Lozano (Granada 1829-1895) presentó al certamen del Círculo de la Oratoria de Granada del año 1889, dedicado a José Zorrilla como recuerdo de su coronación como Poeta Nacional. El original, manuscrito, se encuentra en el Archivo Municipal de Valladolid (Colección Casa de Zorrilla) e incluye otras composiciones de la misma autora y de Cayetano del Castillo, Francisco L. Hidalgo, Francisco Jiménez Campaña, Antonio Prieto Cifuentes, Eduardo Caro, José Lasso de la Vega, Juan Vilardell y Antonio María Afán de Rivera. Salvo error por nuestra parte, es la primera vez que se transcribe.
Sirvan esos versos de homenaje a la Patrona de Granada y como reivindicación de Enriqueta Lozano, cuya poesía fue merecedora de grandes loas en su vida y que, en cambio, tras su muerte cayó en el olvido. En 1866, treinta años antes de ésta, ya le habían publicado unas Obras completas… y nunca más se supo. Convendría que alguna de esas editoriales subvencionadas que se dedican a rebuscar entre legajos (casi siempre de autores cuyas obras están ya exentas de propiedad intelectual, asegurando con ello los beneficios) recuperara algo de su extensa y prolífica obra. Aducirán la falta de interés del público actual por la poesía mística o el drama lírico, pero eso sólo camuflará la repulsa por el carácter moralizante y tradicional de libros como La lira cristiana (1857) o El cáncer social (1876).
Reivindicamos, en fin, otro Romanticismo iliberritano. Porque no, no es suficiente con Ángel Ganivet y Pedro Antonio de Alarcón, autores cuya luminosa creación no puede cegarnos y ocultar la existencia de la otra cara. Tan opuesta, por lo demás, que la propia Enriqueta Lozano terminó su noviazgo con Pedro Antonio por entender que había una clara e irremediable incompatibilidad entre su pensamiento tradicionalista y el progresismo ateo de la contraparte sentimental. En aquella frustrada relación estaban dibujadas las guerras civiles decimonónicas.
[Publicado en el Número 7, página 4]