Anuncian la Ley de Memoria Democrática (con incontables muertos y quiebra inasumible es poco menos que inoportuna) y salen los sospechosos habituales a reivindicar la figura de Virgilio Castilla, presidente de la Diputación de Granada fusilado en 1936. Bien, ¡pero que no lo hagan en nombre del andalucismo! Porque a eso se dedica una tal Fátima Gómez, del PSOE granadino. Es probable que lo ignore, pero Castilla Carmona propugnó siempre, de forma inequívoca y arrepentirse nunca, que Granada sólo podía formar parte de una región: la que constituye con Jaén, Almería y Málaga.